La liberación de líquido en las presas como la San José ha ocurrido a lo largo de los casi 120 años de existencia del embalse, como medida de seguridad previa a la llegada de más lluvias, y el desfogue actual ha sido una recomendación de la propia Comisión Nacional del Agua, informó el alcalde de la capital Enrique Galindo Ceballos.
Recordó que todavía el abastecimiento de agua superficial viene de las presas de la zona de la capital porque hasta ahora no ha llegado ni un litro de agua de la presa El Realito.
Explicó que en el caso de la presa San José tiene que ubicarse entre el 70 y el 80 por ciento de su llenado, y si no hay lluvia así se le mantiene, pero de lo contrario, puede llegar incluso a un nivel un poquito más alto y no pasa nada.
Comentó que el pronóstico de la Comisión Nacional del Agua es el que manda para determinar cuánta agua permanecerá en el embalse, y la dependencia avisa al Interapas para evitar un llenado que a la larga pueda resultar peligroso.
Dijo que un ejemplo es el de un vaso lleno que alguien pone en un chorro de agua, y si sigue cayéndole tiene que vaciar para que se siga llenando, con el fin de que a la larga no resulte peligroso.
Recordó que es mejor vaciar agua que haya un peligro mayor, y este peligro se refiere a los excedentes de agua que pudieran bajar porque no se le vació de inmediato, aunque puede almacenar técnicamente lo que sea, porque en 120 años la cortina no ha sufrido daños estructurales, pero en cambio, desfogar parte del líquido es una previsión necesaria.