La revisión de la cuenta pública del ayuntamiento de Ciudad Valles de 2019 reveló un esquema en el que el alcalde Adrián Esper Cárdenas y su hermano Alfonso se beneficiaron con un pago de 14 millones de pesos por la presunta venta de un predio, del que no han demostrado su propiedad, al ayuntamiento, quedando un pasivo por 20.3 millones de pesos más para las arcas del municipio.
Ambas sumas fueron parte de las observaciones hechas por la Auditoría Superior del Estado (ASE) 81.2 millones de pesos al gobierno de Esper Cárdenas en cuatro auditorías, de las cuales, dos tuvieron una opinión negativa y una fue aprobada con salvedades. La restante quedó limpia.
El gobierno de Esper Cárdenas acumuló 17 pliegos de observaciones, 31 peticiones de sanciones administrativas, siete recomendaciones y 6 solicitudes de aclaración. En total, 61 acciones ordenadas por la ASE.
Sobre el millonario autopago a los hermanos Esper, este se debe a una presunta deuda por intereses moratorios del ayuntamiento con los hermanos Esper por el remanente de dos predios vendidos a la alcaldía en 2011.
Adrián Esper recibió del ayuntamiento que preside 4.5 millones de pesos y su hermano Alfonso 9.5 millones, procedentes del Fondo de Fortalecimiento Municipal conocido como Fortamun.
Sin embargo, el órgano fiscalizador consideró improcedente el pago debido a diversas situaciones, como el que la venta se base en un convenio de promesa de compra ilegible, incompleto y sin que haya sido protocolizado por un notario público, y por tanto, carente de validez, o a que no esté plenamente comprobada la propiedad del predio
No es la única observación relacionada con esta compraventa. En una auditoría de cumplimiento de la Ley General de Contabilidad Gubernamental y a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, apareció un pasivo por 20.3 millones de pesos sin comprobación, relacionado con la póliza D-163, fechada el 31 de diciembre de 2019.
La alcaldía vallense justificó el adeudo como el cálculo de intereses generados por la compra venta de uno de los predios, el del Fraccionamiento 21, amparado por la copia incompleta e ilegible que había sido desestimada ya por la presidencia municipal.