La Unidad Administrativa Municipal (UAM) de la capital, tiene nuevo guardián, aunque la especialidad de éste es la vigilancia nocturna, pues en el día prefiere tomar largas siestas junto a la caseta de seguridad y en la comodidad de la sombra.
Bautizado por los guardias como “El Cadete”, se trata de un perro criollo que hace poco más de un mes llegó bastante maltrecho y desnutrido, buscando refugio en el inmueble municipal.
Personal del propio Ayuntamiento, de Bienestar Animal, le brindó los primeros auxilios, le administró medicamentos y entre varios trabajadores se encargaron de asearlo y alimentarlo. El animal recuperó peso poco a poco y empezó a aceptar las caricias de algunas personas, cosa que antes rechazaba con gran temor.
“El Cadete” comenzó a acompañar a los agentes de seguridad de la UAM en sus rondines, pero sobre todo a los del tercer turno, pues acostumbrado está a tener mayor actividad en la noche y a recuperar fuerzas en el día.
Junto a la caseta de vigilancia ubicada en el acceso principal al edificio, el can hace la siesta en un espacio que ya siente como suyo y en el que personas caritativas le han puesto agua, alimento, una camita muy suave y hasta juguetes para morder.
De vez en vez, “El Cadete” abre los ojos, alza la cabeza y para las orejas para comprobar que todo está en orden en la sede del gobierno de la capital.
Con su cola y con sus ojos recuperándose de una fuerte enfermedad, el perro dedica gestos de agradecimiento a los guardias de la UAM y a otras personas que lo ayudaron a evitar un destino que probablemente hubiera sido trágico allá afuera, en la dura vida de la calle.