Fabián Espinosa Díaz de León, el accionista y apoderado legal de la empresa Distribuidora VEM S.A. (VEMSA) relató que el proyecto deportivo Santa Fe nació de una propuesta que él le hizo al rector Alejandro Zermeño Guerra en 2022 y a la que el funcionario universitario respondió con interés, pidiéndole afinar la propuesta.
Indicó que tiempo después, le entregó un preproyecto, conocido como Plaza Deportiva Santa Fe, con canchas para diversos deportes y áreas comerciales, que, aseguró, recibió la aprobación del rector, quien le indicó que lo presentara a la Comisión de Hacienda de la UASLP.
Durante 2023, trabajó con esa entidad en el desarrollo de la propuesta, negociando montos de las prestaciones y los términos del contrato. De esos encuentros se derivó el acuerdo de pagar una renta anual de 3.4 millones de pesos y, en especie, entregarles horas de uso de las canchas deportivas y cajones de estacionamiento durante el periodo de 20 años que duraría el arrendamiento.
Espinoza Díaz de León señaló que eso también implicaba un valor a la universidad, que debía sumarse al pago en dinero, por lo que consideró que "mienten quien diga que la renta era pequeña".
Lo más importante, dijo, "es que toda la infraestructura iba a quedar en favor del patrimonio de la universidad".
Sin embargo, indicó que la institución y el rector Zermeño Guerra fueron variando gradualmente su postura hasta llegar al rompimiento, reflejado en la negativa del rector a tratar el asunto personalmente, pese a las reiteradas solicitudes, hasta llegar al intento de rompimiento.
Con la intervención de la abogada general, Urenda Navarro Sánchez, la UASLP presentó en agosto de 2025 una demanda por la vía mercantil para rescindir el contrato con VEMSA.
Espinosa Díaz de León indicó que ante eso, "vamos a contraatacar".
Indicó que el 9 de abril de este año, dos días antes de que venciera el plazo de gracia acordado en el contrato de arrendamiento, la UASLP le presentó un contrato de rescisión. Calificó que el gesto tuvo "inocencia, ignorancia o perversidad".
El entrevistado aseguró que disponía de los recursos para pagar, pero que ante la intención de la UASLP decidió no hacerlo. "Lo que hago es ir con un notario y decirle: ´aquí está el cheque. Aquí está mi estado de cuenta y aquí está mi deseo de pagar´".
Ya con un problema legal encima, en la forma de un juicio mercantil, el exdiputado señala que la UASLP le pidió desalojar el predio.
Indicó que en esta semana se vencía el plazo otorgado por la notificación de la demanda para dar respuesta.
Espinosa Díaz de León indicó que la posesión del predio lo tiene la empresa y que el contrato "va corriendo". Si la UASLP demanda la devolución del predio en esas condiciones, "vamos a presentar por la vía mercantil por nuestros daños y perjuicios".
Insiste que la empresa no incurrió en ninguna irregularidad y por ello demandará el pago de daños y perjuicios generados por el incumplimiento de la universidad, mismos que calculó en 700 millones de pesos.
Esta cantidad, indicó, derivó del daño a 25 contratos que aseguró VEMSA había firmado con proveedores y asociados al proyecto, cuyos valores, multiplicados por mes, por año y por 20 años, dan esa cantidad.
"A la universidad le iban a quedar una infraestructura de 800 millones de pesos, y esos 700 millones de pesos nos correspondían por el trabajo, por el diseño, por la programación, por el estudio, por todos los trabajos realizados", aseveró.
A esa cantidad, se le sumarían los costos y gastos legales que generaría el litigio, cuya duración, dijo, es indeterminada. "Yo no sé si tarde un mes, un año, 10 años, durará el pleito", apuntó.
Consideró que la UASLP podría perder no sólo ese predio, sino otros que tiene ociosos en La Florida y Pozos.
Reiteró que está dispuesto a negociar, pese a los desaciertos del rector y de la abogada general, pero indicó que con la demanda de rescindir el contrato, las posibilidades de arreglo, "van a tener que ser muy formales".
Fabián Espinosa indicó que en vista de que con el contrato vigente, VEMSA es la única instancia que lo puede utilizar, pero se enfrenta al desprestigio generado por la universidad y la ofensiva mediática de la que fue blanco.
Por esa razón, adelantó una propuesta favorable para las dos partes: que la UASLP venda el terreno ocioso a través de una subasta convocada públicamente y con recepción de propuestas en sobre cerrado.
Aseguró que "hay demasiados empresarios potosinos que quisieran comprarlo". Con el producto de la subasta, afirmó, la UASLP pagaría a VEMSA sus gastos, que en respuesta, desecharía su demanda, y tendría todavía recursos suficientes. "Si eso no lo quiere hacer, pues bienvenido el pleito", retó.
El entrevistado reiteró sus críticas al rector Zermeño Guerra, a quien consideró que no tiene experiencia en la administración pública y que ha faltado a los compromisos con la empresa. Se pretende asumir como garante de la autonomía de la UASLP.
La autonomía, argumentó, no es para esconder los ingresos propios de la fiscalización estatal.
Comparó esa postura con la actitud de los universitarios en las recientes protestas derivadas del caso de violación de una estudiante de la Facultad de Derecho, a los que felicitó, porque ellos sí defienden la autonomía de la UASLP.
También censuró que se haya apoyado en medios de una empresa periodística para intentar deslindarse del contrato, desconociendo sus obligaciones. El exlegislador indicó, sobre esto último, que se emprendieron campañas de desprestigio en su contra y del proyecto, lo que derivó en denuncias penales contra un directivo y un periodista.
En tres partes
Se le preguntó cómo fue que VEMSA pasó de ser una empresa recicladora y de transporte a promotora del proyecto Santa Fe.
Señaló que él y sus socios constituyeron la empresa en 2014 para esas actividades, pero que decidieron ampliar su objeto social, extendiéndolo a nuevas actividades, trámite que cumplieron en una notaría.
Aseguró que la empresa siempre tuvo viabilidad financiera para emprender el proyecto Santa Fe, con recursos propios e invitando a inversionistas. A la pregunta sobre el monto del capital social de la compañía, el entrevistado respondió que no lo tenía a la mano, pero aseguró que era suficiente para emprender el proyecto.
Se le cuestionó por qué durante el periodo de gracia que tuvo la empresa para iniciar el proyecto, nunca se hizo ningún trámite ante la Alcaldía referente a permisos, licencias y otros trámites, según la propia autoridad municipal.
Reveló que, al acudir a la Dirección de Catastro a realizar esos trámites, la dependencia les informó que, catastralmente, el predio rentado no abarcaba una sola superficie, sino que estaba dividido en tres partes, por lo que antes de tramitar los permisos, la UASLP debería fusionarlos en uno solo.
Señaló que ya con Navarro Sánchez en la oficina jurídica universitaria, instancia responsable del trámite, esto nunca se hizo.
Debido a eso, VEMSA estuvo imposibilitada de realizar los trámites necesarios.
Agregó que la situación del predio no fue informada por la UASLP durante las negociaciones, lo que consideró una acción de mala fe.
Sobre si la compañía arrendadora obtuvo ingresos por la renta de una superficie del predio a una distribuidora de autos que almacenó durante ahí decenas de unidades durante varios meses, Fabián Espinosa reconoció que sí hubo un arrendamiento, pero no fue considerado como un beneficio, sino que se destinó a la inversión, descartando que hubiera ingresos.
En este sentido, indicó que se acordó con la subarrendataria un adelanto. Cuando se le pidió precisar la cifra, dijo no saberla, pero señaló que se trataba de "números mínimos".
La ruptura con JRR
Fabián Espinosa reveló que en la trama del litigio con la UASLP hay una figura que interviene como un "titiritero" que maneja al rector, aconsejando estrategias y facilitando el acceso a figuras políticas y gubernamentales y lo identificó como Juan Ramiro Robledo Ruiz, actual titular de la Unidad de Enlace de la Secretaría de Gobernación.
Señaló que tras la publicación, el año pasado, de un desplegado en el que criticaba su participación en el proceso de la desaparición de órganos autónomos, su antiguo aliado político busca cómo cobrársela.
Expuso que el modo de desquitarse ha sido promover la estrategia de que la UASLP lo enfrente, "hablándole al oído al rector, a la abogada general que mucho tiempo y en muchas ocasiones ha estado colaborando con Juan Ramiro, a quien atribuyó la idea de "darle un coscorrón" quitándole el proyecto.
También responsabilizó a Robledo Ruiz de ser el cabildero del rector Zermeño Guerra para reunirlo, a principios de septiembre pasado, con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez y con diputados federales para "sacarse la foto".
"¿Qué es lo que anda haciendo? ¿Ayudando o perjudicando al gobierno de San Luis?, cuestionó.
En este punto, el entrevistado presentó un reto: "lo que a mí me interesa decir es que si el titiritero se siente ofendido, que sepa que a puñaladas iguales, llorar es cobardía. Yo me aguanto. Pero con la diferencia de que yo no busco las espaldas".
Señaló que lo que busca es enfrentar a autoridades y hundir a la universidad.
Se le preguntó qué lo enfrentó con su antiguo aliado, y respondió que de una postura rebelde ante las injusticias, se tornó autoritario, desviando el rumbo político que llevaba, por lo que decidió ya no acompañarlo.