Una caseta que fue construida para albergar un desfibrilador automático en el parque Tangamanga 1, frente a las instalaciones del Planetario, se encuentra en desuso debido a que el equipo médico, aparentemente, fue almacenado en las bodegas del centro recreativo.
Lo anterior, porque su demanda “bajó mucho a causa de la pandemia” y la correspondiente ausencia de usuarios, de acuerdo con los comentarios de uno de los guardias.
La caseta se construyó en el 2017 con apoyo de la empresa potosina Canel´s para albergar el desfibrilador automático donado por la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) como parte de un programa llamado “San Luis Cardioprotegido”.
El aparato se usa para examinar el ritmo cardiaco de una persona y determinar si es necesario que reciba una descarga eléctrica que ayude a reanimar su corazón durante un paro.
Durante los primeros minutos de un ataque cardiaco, la ayuda del desfibrilador y la cercanía de una persona capacitada en su uso, son cruciales para salvar a la persona afectada.