En medio del cierre de facultades y de una creciente indignación por la denuncia de violación dentro de la Facultad de Derecho, los estudiantes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí articularon un reclamo común: ser escuchados y exigir justicia. Las rejas de los edificios se convirtieron en un muro de protesta con mensajes que resumen el sentir colectivo: "Nos dijeron que la UASLP era nuestro hogar, no sabíamos que también de los violadores", "Máxima casa, pero de encubridores", "La UASLP encubre violadores" y "Queremos justicia, la uni no es segura".
El movimiento, que se extendió a varios campus, tiene como punto central la demanda de atención inmediata a las víctimas de violencia sexual y la aplicación de sanciones claras contra los agresores. Los jóvenes también reclaman protocolos reales de prevención, no simulaciones ni respuestas burocráticas.
Durante la madrugada, alumnas y alumnos redactaron un pliego petitorio común, elaborado en el exterior de las facultades tomadas. "Qué lamentable que tuvo que llegar a este punto, que violaran a una compañera, para que se nos escuchara. Ahora todas las facultades estamos unidas. Hicimos un pliego petitorio porque todos tenemos una historia. Queremos que las cosas cambien, y va a pasar con el apoyo de todos los estudiantes y los colectivos", añadió.
Las pancartas colocadas en las bardas resumen el fondo del reclamo: "No es no", "Mi vestimenta no justifica tus acciones", "El silencio también es violencia", "Lamento que mi protesta colapse tu tránsito, pero tu indiferencia colapsa mi autonomía". La comunidad universitaria exige que la autonomía no sea sinónimo de impunidad y que se reconozca que los espacios educativos deben ser seguros, libres de acoso y de encubrimiento.