El Palacio Municipal fue atravesado por la fractura subterránea producto de un enorme hundimiento de subsuelo. En planta baja y planta alta, fachada e interiores, se aprecian grietas en techos, muros y piezas de cantera colocadas.
El inmueble fue construido de piedras unidas por argamasa y acabados de aplanados calizos y decorativos de cantera. La obra inició el 14 de mayo de 1603 y fue reconstruido desde 1892 por el obispo Ignacio Montes de Oca y Obregón.
Los muros del lado poniente y oriente en la planta alta, que corresponden a la oficina de Fomento a las Artes de la Dirección de Cultura Municipal, se aprecia una grieta que se refleja en la planta baja y en destaca en particular en la Sala de Cronistas “Miguel Caldera”.
La grieta afecta la fachada del palacio e ingresa directamente al inmueble en medio de la sala de cronistas. Según los empleados asignados en esa sede municipal, hace algunos años la fractura era casi imperceptible pero recientemente una tarjeta de banco se perdió en el muro, cuando hace tres o cuatro años no cabía.
En la fachada se percibe una fina grieta que cruza de un lado a otro, en el primer arco del acceso principal y poco a poco empiezan a notarse en el aplanado del techo las piezas de cantera que comenzaron a partirse en la bóveda del acceso principal.
Una parte de la grieta invade el piso del salón de Cabildo, con corrimiento hacia las estructuras de soporte que caracterizan los portales en la fachada poniente. En el lado norte del arco ubicado en la misma orientación, con respecto a la puerta principal, se aprecian fracturas en la cantera.
En el último arco interior que soporta la losa de piso del salón del presidente municipal y el área de Cabildo, y corre de oriente a poniente del acceso, antes de la calle Los Bravo, también se aprecia ya la fractura de piezas de cantera por corrimiento de grieta, de lo que parece ser el desvanecimiento de las diversas capas de tierra en el subsuelo.