La Universidad Autónoma de San Luis Potosí mantiene firme su posición de que el Instituto de Fiscalización Superior del Estado no tiene facultades para auditarla, mientras que el órgano fiscalizador insiste en ejercer ese control sobre cualquier recurso público que pase por la institución.
Especialistas advierten que, en los hechos, el IFSE tiene pocas herramientas legales y operativas para hacerlo, y que la autonomía universitaria, aunque no ilimitada, es un principio que debe protegerse con cuidado.
Un exauditor estatal consultado explicó que la controversia refleja el debilitamiento del sistema de fiscalización local. "Antes, las auditorías estatales podían revisar fondos federales gracias a convenios con la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Esos acuerdos desaparecieron y ahora el IFSE ya no tiene brazos. La ASF concentró todo el control y los estados se quedaron con un margen muy reducido. En los hechos, SLP no puede revisar buena parte del dinero que se gasta", dijo.
El especialista detalló que esa falta de coordinación dejó huecos legales donde la fiscalización es parcial o simbólica. Los municipios, los organismos descentralizados y las universidades públicas —como la UASLP— quedaron en medio: el IFSE solo puede revisar ingresos del estado, mientras que la ASF se ocupa del gasto federalizado. "El problema no es que la Universidad no quiera rendir cuentas, sino que nadie definió cómo deben revisarse sus recursos de manera integral", añadió.
Por su parte, un experto en auditorías a universidades públicas del país explicó que la autonomía universitaria, reconocida en la Constitución, no exime a las instituciones de rendir cuentas, pero sí marca límites a la intervención de los poderes públicos. "La autonomía protege el gobierno interno, la libertad de cátedra y la administración de su patrimonio, pero no impide que se revisen recursos públicos. Lo que no puede ocurrir es una auditoría invasiva que interfiera en la vida académica o administrativa sin un marco claro", señaló.
El especialista recordó que la UASLP cuenta con un Órgano Interno de Control con autonomía técnica y de gestión, encargado de fiscalizar su cuenta pública y prevenir irregularidades. "Ese órgano cumple una función importante, pero no sustituye la revisión externa", advirtió.