Físicos y biofísicos de la UASLP desarrollaron un cubreboca de mayor eficiencia en la protección contra el coronavirus.
El doctor Eduardo Gómez García, investigador del Instituto de Física, trabajó de manera conjunta con tres físicos y dos biofísicos para realizar este proyecto que surgió al inicio de la pandemia del coronavirus.
Explicó que “los cubrebocas más tradicionales de tela simple y que tienen agujeros por todos lados, la protección que brindan es de alrededor del 50 por ciento, es decir, que la probabilidad de que me enferme por respirar contra la que tendría si no lo tuviera, se baja por un factor de 2 por ciento”.
“Para la fabricación de cubrebocas se tienen que utilizar telas que tengan un mejor filtrado, pero lo más importante, es que el sellado a la cara de los cubrebocas sea compatible con la tela, porque si no de nada sirve el cubrebocas”.
Añadió: “Yo puedo tener la mejor tela pero si tiene huecos por todos lados, el aire se cuela por esos huecos. El sellado a la cara tiene que ser perfecto, porque si hubiera un espacio, incluso de 1 mm en el área de la nariz, ese espacio es suficiente para que el filtrado regrese y genere riesgos”.
Sobre la propuesta hecha por los investigadores del Instituto de Física, el doctor Eduardo Gómez explicó: “Nosotros utilizamos una tela de algodón de 500 hilos por pulgada, que tiene además la ventaja de que es lavable y que requiere sólo de lavado con agua y jabón”.
“Nuestros cubrebocas, tiene dos capas; la capa interna es la parte hilada y la parte externa está hecha de pellón, cuya característica principal es ser impermeable, además de tener un ajuste preciso en el área de la nariz para evitar filtraciones de saliva”.
El doctor Gómez García explicó que el muevo cubreboca “sella” la cara, “lo que permite que sea cómodo, que se pueda hablar sin que se mueva, y si se utilizan lentes no se tiene el problema de que se empañen”.
Este tipo de cubrebocas se puede conseguir vía Facebook a través de la página Stuff & Science, con un costo de 100 pesos.