Mientras que en San Luis Potosí existen personas capaces de provocar la muerte masiva de perros comunitarios mediante envenenamiento, hay también quienes valoran tanto la vida y compañía de sus mascotas que brindan a éstas, en el momento de su fallecimiento, servicios funerarios que normalmente están reservados para las personas.
En esta capital ya existen empresas y asociaciones civiles que brindan a las mascotas fallecidas, o más bien a sus propietarios, la posibilidad de tener una velada de despedida, cremar al animal y conservar sus cenizas en una urna, entre otras cosas.
También hay quienes elaboran memorias fotográficas, en álbumes impresos, e incluso videos profesionalmente elaborados y centrados en lo que fue la vida o convivencia de la mascota con sus dueños y familia.
Hasta ahora, la cremación de mascotas sigue siendo la opción para las y los potosinos a falta de un cementerio de mascotas, proyecto que hace años tuvo cierto impulso en el municipio conurbado de Soledad de Graciano Sánchez, pero que nunca cristalizó como tal.
Para muchas personas, sus perros, gatos, aves y otras especies animales se vuelven parte importante de sus vidas y cuando éstas fallecen, surge el deseo de dar un destino digno a sus restos y crear una memoria que pueda atesorarse.
En tanto que esta necesidad no sea cubierta por autoridades municipales o del estado, constituirá un nicho de mercado que diversas empresas estarán atendiendo en San Luis Potosí.