La planta General Motors de Villa de Reyes paró sus actividades por una semana, pero la suspensión no tiene nada que ver con alguna crisis de venta de vehículos, sino con adaptaciones a los equipos de ensamble.
El 24 de febrero inició un paro técnico en la planta de ensamble, pero una vez que el componente ha llegado reanudan actividades este lunes, según el calendario para esperar la proveeduría.
El cese de producción ocurrió por falta de un componente, cuya proveeduría se había retrasado y entonces pararon todo el ensamble de nuevos vehículos.
La Secretaría de Desarrollo Económico informó que no tiene nada que ver con los temas arancelarios, ni tampoco con alguna restricción en el mercado o las exportaciones ni variaciones en alguna política económica.
La empresa se enfoca en la espera del suministro de autopartes, que son necesarios para la construcción de modelos específicos de vehículos. El paro tampoco está relacionado con asuntos laborales.