Productores citrícolas de la zona Media buscan con urgencia detener la bacteria del HLB (Huanglongbing), conocida como “Dragón Amarillo” para evitar que mueran los cítricos en el estado potosino.
La bacteria le ha pegado a cerca de 40% de la producción agrícola en los últimos dos años, por lo que productores se preparan para reunirse en la zona Media con expertos nacionales e internacionales en busca de una estrategia integral que detenga el daño en los naranjales.
Los municipios de Rioverde y Ciudad Fernández hasta hace dos años contaban con una producción de 7 mil 200 hectáreas de naranjos, de las cuales mil 400 hectáreas son naranjos jóvenes; los cultivos generaban 132 mil toneladas de cítricos, que dejaban una derrama económica de 660 millones de pesos.
El “Dragón Amarillo” ha dañado la producción en las huertas entre 40 y 60%, haciendo caer la producción en el último año hasta en 52 mil 800 toneladas y se han perdido 264 millones de pesos.
José Tonatiuh Hervert Carballo, delegado estatal de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), explicó que no hay un control de la plaga como tal, y que esta es considerada la enfermedad de los cítricos más grave a nivel mundial, debido a que la bacteria afecta la savia de la planta y evita que se reproduzca.
Explica que el problema tuvo su más grave impacto en Brasil en 2015, año en que apareció la bacteria y ahora en California y Florida, han logrado por algunos momentos frenar los daños.
En México, la bacteria ya se encuentra en 23 estados.
En San Luis Potosí está afectando a la producción en la zona Media, una región privilegiada porque los cultivos producen naranja durante todo el año y la mayor cantidad de frutos salen al mercado cuando casi no hay cosecha en ninguna otra parte del país.
El delegado de la Sader indicó que los productores de la zona Media son de los más organizados; “todos recordamos su lucha contra la mosca mexicana de la fruta, unidos con el gobierno de los tres niveles lograron la baja prevalencia y volvieron al mercado internacional más fuertes que nunca”.
Fue precisamente la baja prevalencia de la mosca mexicana de la fruta, lo que permitió que el “Dragón Amarillo” se tardara en avanzar en esta zona, sin embargo, y a pesar de que fueron renovadas desde hace siete años más de mil 200 hectáreas de naranjos y se han sacrificado aquellos árboles que presentan mayor daño por la bacteria, el panorama para los cítricos en la región es desolador, al no poder detener el vector, a pesar de los esfuerzos para su control químico y biológico.
El presidente de la asociación de citricultores, Martín Hernández Robles, considera que se necesita del apoyo de los tres niveles de gobierno y que los productores pongan todo su empeño y su fe en que el vector puede ser controlado.
De lo contrario, estima que en ocho años se podrían agotar los naranjales.
“La naranja deja una derrama económica muy importante, es fuente de ingresos para muchos trabajadores, sostén de cientos de familias, vale la pena luchar por ello”, dijo Martín Hernández.
Los productores han solicitado el apoyo del Comité de Sanidad Vegetal de la zona Media, a cargo de Gregorio Robles, quien informó que desde hace años los productores de esta zona estaban conscientes de la presencia de la bacteria del HLB y solicitaron el apoyo tanto al gobierno federal, como al gobierno estatal.
Pero hasta el día de hoy no han recibido recursos que permitan poner en marcha un plan de contingencia sanitaria.
“Hace falta voluntad política, a los productores nos ha costado mucho recurso las acciones que hemos emprendido, pero necesitamos investigación y un proyecto integral, encaminado a detener el impacto del Dragón Amarillo, porque cura no hay”, reconoció.
Denunció que no se le ha dado un buen trato a la Junta de Sanidad Vegetal en la zona Media por parte del gobierno del estado, lo que repercute de manera directa en las acciones que realizan
los productores.
“Estamos solos y esperamos que con la atención que le está poniendo el gobierno federal en estos momentos, los resultados comiencen a verse”, dijo.
Por su parte, el citricultor, Luis Manuel Balderas Díaz, dijo que la mayoría de los naranjos están afectados de HLB, unos en menor medida que otros, pero los daños que ocasiona son irreversibles, ya que la bacteria provoca que la planta se torne amarillenta y que se seque, disminuye el potasio y los nutrientes de la planta, lo que causa que la naranja pierda calidad o en el peor de los casos, que ni siquiera se logre.
Debido al impacto económico que el “Dragón Amarillo” está provocando en la producción, citricultores de la región, empresarios y el gobierno federal a través de la Sader, están convocando para finales de marzo, a productores, científicos y expertos en el tema, a participar durante tres días en un foro que les permita trazar una ruta que detenga el daño a los cítricos en el Estado.
Para ello, trasladarán un laboratorio móvil que les permita analizar las huertas de esta región, aplicar pruebas científicas a los árboles y a la fruta contaminada
Serán los propios científicos, en coordinación con expertos y citricultores, quienes realicen un programa integral, que tome en cuenta la nutrición, control químico y biológico, manejo de plagas y enfermedades, tanto de la planta, como de la fruta, de tal forma que se mitigue la bacteria y permita sobrevivir a los árboles, hasta en tanto no se encuentre la cura.