De acuerdo con el Reporte sobre las Economías Regionales realizado por el Banco de México, la región de San Luis Potosí registró una caída del 3.9% anual en los indicadores de actividad económica regional en el sector de la construcción durante el tercer trimestre del 2025, que específicamente en San Luis Potosí resultó afectada por la incertidumbre por la política arancelaria de Estados Unidos.
Según el más reciente reporte trimestral correspondiente al periodo de julio a septiembre del presente año, la región centro norte, la cual se compone de los estados de Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas, los valores de la construcción registraron una caída.
Según el análisis de directivos del sector, uno de los elementos que más impactó a la entidad fue la menor producción y venta de vivienda vertical para el segmento residencial medio en la zona metropolitana de San Luis Potosí, situación atribuida a los altos costos de los terrenos, lo que redujo la viabilidad financiera de nuevos desarrollos y frenó la inversión privada.
En el ámbito de la construcción industrial, aunque San Luis Potosí ha mantenido actividad en algunos proyectos, el sector enfrentó un entorno de incertidumbre derivado de la renegociación del T-MEC, lo que llevó a varias empresas a aplazar decisiones de expansión y nuevas obras.
En contraste, los directivos empresariales señalaron que en otras entidades de la región se observaron factores adicionales, como la inseguridad o expectativas sobre futuras reducciones en tasas de interés, que influyeron en la postergación de obras; sin embargo, en el caso potosino, el encarecimiento del suelo urbano y los retrasos en el financiamiento fueron los principales detonantes de la caída en los valores del sector durante el periodo analizado.
Finalmente, el reporte del Banco de México señala que la obra pública en la región mostró dinamismo en proyectos específicos, pero las fuentes consultadas advirtieron que los retrasos en la liberación de recursos federales y la falta de liquidez en varios municipios limitaron la ejecución de infraestructura, lo que también contribuyó a un entorno de menor actividad.