Guadalupe González Covarrubias, representante de la organización Ciudadanos Observando, dijo que el dinero que se gasta en las campañas políticas ya no beneficia a los negocios locales.
Las modificaciones en campañas, como el uso de imágenes y productos audiovisuales en internet han provocado que las impresiones físicas hayan dejado de tener importancia en los procesos de proselitismo.
“Antes había más folletos, llaveritos, encendedores. Las campañas estaban más enfocadas a eso y en cierta forma sí detonaba el rubro muy concreto de las impresoras y de empresas que se dedican a este tipo de negocios”, recordó González Covarrubias.
Anteriormente, los candidatos tardaban mucho tiempo en pagar todo este tipo de publicidad a los negocios encargados de realizarla y en la mayoría de los casos ni siquiera pagaban quienes perdían.
Ahora, con la tecnología, es cada vez menor el reparto de este tipo de productos, precisamente porque se busca hacer campañas más limpias, señala el activista.