Para un aproximado de 70 fosas, la alcaldía de la capital marcó un área de terreno del cementerio municipal de Milpillas en previsión inicial de las inhumaciones que pudieran requerirse de personas fallecidas por complicaciones de COVID-19.
Los empleados del cementerio recibieron instrucciones de iniciar con un tramo de 2 metros de ancho por 70 metros de longitud, y posteriormente la extensión se podrá ampliar con otro paquete de fosas si es necesario.
A diferencia de los cementerios municipales “El Saucito” y “Españita”, el nuevo panteón cuya puesta en operación ya estaba en planes desde el trienio municipal capitalino de Octavio Pedroza Gaitán. Recibe desde el año 2016 cuerpos para su depósito en nichos columbarios, gavetas verticales y cuádruplex subterráneos.
Para el caso de los cuerpos de las personas fallecidas por COVID-19, el plan consiste ceremonias funerarias lo más rápidas posible, para evitar el contagio de los familiares y deudos.
El área destinada para fallecidos por coronavirus tiene la finalidad de que el proceso de inhumación “no se cruce” con los de cuerpos de personas fallecidas por causas distintas al coronavirus, por el potencial de contagio para deudos de éstas últimas.
El plan considera la posibilidad de un aumento exponencial de casos, en un escenario de aumento exponencial de contagios y más desenlaces mortales en una siguiente etapa. Hasta ahora, ningún paciente fallecido de COVID-19 ha sido sepultado en el nuevo cementerio.
La Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios y la Alcaldía de la capital instruyeron a las agencias funerarias en el proceso del manejo de los cadáveres de muertos por contagio de coronavirus en su variedad COVID-19, informó Carlos Alberto González, titular de esta subdivisión de la Secretaría de Salud estatal. Estas medidas incluyen la suspensión de servicios de velación con el fin de evitar concentraciones de personas en áreas de riesgos. Precisó que las sanciones consideradas van desde suspensión de actividades hasta sanciones económicas.