Judicialización electoral es cada vez más frecuente

Rechazo a resultados partidistas, por falta de “gen demócrata”, dice académico

La impugnación del proceso interno del Partido Acción Nacional (PAN) es resultado de incluir en la contienda a alguien que no es militante. A la vez, es una muestra más de cómo, en los últimos años electorales, la judicialización de los procesos electorales se ha afincado en la democracia mexicana, señaló  Juan Mario Solís Delgadillo, investigador especialista en sistema de partidos y elecciones de la Facultad de Derecho de la UASLP.

Luego que Octavio Pedroza Gaitán ganara los comicios panistas por la candidatura al Gobierno del Estado, Francisco Xavier Nava Palacios, presentó una inconformidad en la Comisión Organizadora por presuntas irregularidades suscitadas a lo largo del proceso electoral.

En entrevista, el académico destacó que en el extremo opuesto se ubica el senador con licencia Marco Antonio Gama Basarte, quien acordó aceptar los resultados, perdió, reconoció y se adhirió, es decir, no solo hizo lo esperable, sino lo que en cualquier partido medianamente consolidado sucede: los perdedores se pliegan y luego se suman, a fin de que el instituto llegue fortalecido. 

 “Lo que tenemos que poner atención, es que algunos actores políticos no tienen el gen demócrata propiamente dicho, es decir, son personajes que solo aceptan los resultados cuando ganan, pero de no conseguir el resultado esperado, no aceptan; y ese problema lo están atravesando las democracias de un tiempo para acá”, contextualizó.

 “Como yo le digo a mis alumnos: tenemos demócratas enanos, es decir, personajes que juegan el juego de la democracia, que dicen que van aceptar sus reglas, pero que en última instancia no están a la altura de ella porque no aceptan los resultados”, concluyó.