La reparación de la Calzada de Guadalupe, a la altura del Jardín Colón, tendrá una nueva pausa luego de que el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) le pidió al ayuntamiento capitalino cubrir con plásticos y arena el tramo en el que se hallaron vestigios del desaparecido templo y convento de La Merced.
La zona quedará así hasta nuevo aviso en tanto que el INAH define la mejor estrategia de conservación de los restos históricos, por lo que las y los automovilistas deberán seguir usando rutas alternas para transitar desde el centro de la capital hacia el sur.
Fuera de ese tramo del Jardín Colón, entre Pascual M. Hernández y Miguel Barragán, el Ayuntamiento avanza en la primera etapa del proyecto "Paseo Esmeralda" y ya se ha colocado la base de concreto sobre la que se reinstalarán los adoquines originales de la Calzada, sólo que ya pulidos.
Obras Públicas informó recientemente que, de estas piezas de piedra cantera, ya se han pulido cerca de 35 mil en tres diferentes centros de pulido dispuestos alrededor de la zona de obras. La primera etapa irá, pues, de la calle de Miguel Barragán a la de Valentín Gómez Farías.
El tránsito vehicular, hasta ahora, se realiza del centro al sur por la calle de Pedro Vallejo hasta Gómez Farías y por ésta se sale nuevamente a la Calzada de Guadalupe, o bien por la calle de José María Morelos y Pavón hasta la de Fernando Rosas para salir a la Calzada. En sentido contrario, sí hay paso sobre la Calzada hasta llegar a Primero de Mayo y de ahí a Constitución, rumbo a la alameda "Juan Sarabia".