En fosas clandestinas ubicadas en Cadereyta, Nuevo León y en San Fernando Tamaulipas han sido localizados 28 cadáveres de migrantes guatemaltecos; en una primera búsqueda 16 personas fueron identificadas, mientras que en una segunda 12 cadáveres fueron retornados a ese país.
El cónsul general de Guatemala, en San Luis Potosí, Héctor Ramiro Sipac, indicó que la búsqueda de personas lleva tiempo, pues ese proceso inicia desde el momento en que la familia interpone una denuncia en Guatemala, después de perder contacto con sus migrantes.
Explicó que la identificación de los cadáveres de esas personas, se origina después de que se comparten las pruebas de ADN, cadenas de custodia y traslados de información, por lo lleva su tiempo, ya que no resulta fácil enviar esas pruebas genéticas, las cuales tienen que ir acompañadas de cadenas de custodia.
Solicitó a las autoridades mexicanas que en los casos reportados, se puedan realizar esas búsquedas de una forma más concreta.
Dijo que los migrantes guatemaltecos, de lo que más sufren es de los constantes abusos de autoridad, por parte de personas que en ocasiones se hacen pasar por funcionarios; así como cuando son interceptados por los delincuentes son víctimas de extorsión, robo, amenazas y secuestros.