Lucca es un niño de 4 años que se encuentra en medio de un complejo proceso legal de custodia iniciado en 2022. A lo largo del tiempo, este caso ha evidenciado inconsistencias legales, conflictos entre adultos, señalamientos cruzados y omisiones por parte de las autoridades.
En 2022 comenzó el proceso legal por la custodia de Lucca. En 2023, las visitas paternas se limitaron a una hora semanal, los martes por la mañana. Durante esos encuentros, su padre, Edgar Saavedra, reportó haber notado rozaduras y hematomas en la cadera del menor.
El 7 de diciembre de 2023 marcó un punto crítico: Lucca fue ingresado a emergencias con fiebre alta que no había sido atendida oportunamente. Según relata Saavedra, él se enteró de la situación hasta ese momento, ya que el pediatra habitual del menor no estaba disponible. Desde esa fecha y durante todo 2024, no volvió a ver a su hijo.
De acuerdo con Edgar, ese distanciamiento se debió a múltiples obstáculos impuestos por Karla -la madre del menor-, quien presentó justificantes médicos emitidos desde distintos médicos particulares, lo que impidió las visitas pactadas. Ante esto, Edgar denunció el incumplimiento del régimen de convivencia y posteriormente, él y su madre –abuela paterna de Lucca-, interpusieron una denuncia en su contra por sustracción del menor.
Por su parte, Karla, presentó una denuncia contra Edgar, por presunta violencia física al menor. Como parte de las pruebas, presentó una fotografía del menor con un ojo visiblemente hinchado y amoratado. La fecha de la imagen coincide con el día en que Saavedra entregó al niño en las instalaciones del CECOFAM, bajo supervisión. Según su declaración, la entrega se realizó por la tarde, sin que el menor presentara signos visibles de lesiones, lo cual tampoco fue documentado en los videos de seguridad ni en informes médicos inmediatos. La denuncia fue presentada horas más tarde, lo que ha generado dudas sobre la consistencia de la evidencia. Hasta la fecha, ningún médico legista ha validado la valoración médica incluida en la denuncia, por lo que el caso sigue abierto.
Las visitas supervisadas fueron eventualmente reanudadas. Sin embargo, reportes del CECOFAM comenzaron a documentar un cambio en el comportamiento de Lucca durante estas convivencias.
Así lo constata uno de los reportes "¿Te gustaría pasar a convivir con tu papá y tu abuelita? En ese momento, el niño mostró una actitud dubitativa, volteando a ver a su madre en búsqueda de aprobación, manifestando así cierta inseguridad emocional y respondió "No". Esta reacción resultó llamativa ya que, en convivencias previas, Luca había ingresado con entusiasmo y disposición positiva".
Estas observaciones fueron respaldadas también por su escuela, el Colegio Hispano Mexicano. Saavedra sostiene que estos informes refuerzan su preocupación, ya que, según afirma, las autoridades han sido testigos de signos de posibles agresiones hacia el menor sin tomar medidas correctivas. En lugar de abordar el fondo del problema, considera que Lucca ha sido etiquetado injustamente como "un niño problema".
El 4 de septiembre de 2025, tras una revisión de los expedientes judiciales, se ordenó la suspensión temporal de la custodia a la madre y se transfirió la tutela provisional a la abuela paterna. Sin embargo, al intentar ejecutar el cambio de custodia en los juzgados, se produjo un incidente.
De acuerdo con Edgar Saavedra, la familia materna del niño lo trasladó sin autorización y se mantuvieron dentro de una camioneta durante aproximadamente cuatro horas. En medio de la confusión, asegura que Lucca fue cambiado de vehículo sin que se pudiera verificar su destino. Desde entonces, no ha habido confirmación oficial sobre su paradero.
La jueza del caso activó una Alerta Ámber. Hasta el momento, se desconoce el paradero y el estado actual de Lucca.