Ubicado a 5 kilómetros de la cabecera municipal de Armadillo de los Infante, se encuentra Cráter Encantado, un ecoparque turístico administrado por Fundación Armadillo a la que aportan instancias gubernamentales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Gobierno del Estado.
Esta depresión en el terreno o xalapasco (manantial de arena) tiene un diámetro aproximado de mil 400 metros; se habría formado, por la explosión de gases de agua. Se le conoce también como Laguna de San Isidro o Laguna Palau.
El objetivo del ecoparque, es el manejo responsable de las especies que habitan en la zona, tanto animales como vegetales. En el cráter conviven dos ecosistemas, de tal modo que se pueden observar desde encinos y pinos hasta nopales y otro tipo de cactáceas.
También funge como una zona de reintegro de animales a su hábitat natural; algunos de estos animales liberados, fueron rehabilitados en la Unidad de Manejo y Cuidado Animal (UMA) del Parque Tangamanga I.
En la zona se han avistado especies como jabalíes, venados, águilas, incluso se habla de la presencia de un puma.
Este parque emplea a 40 personas originarias de diversas comunidades de Armadillo de los Infante; prestan servicios a los visitantes desde cabalgatas, senderismo, búsqueda de huesos de “dinosaurio”, hasta la exploración de cuevas, ciclismo de montaña, rapel y viaje en tirolesa.
Para mantener la capacidad de restauración natural del lugar, sólo abre sus puertas sábado y domingo a un número limitado de visitantes, con el objetivo de no exceder el límite. La afluencia promedio es de 300 familias los fines de semana y el costo de la entrada son para generar los salarios de las personas que laboran en el sitio.