La crisis de las altas temperaturas en la ciudad se debe a la carencia de una cobertura correcta de árboles, generándose una región más caliente que las áreas rurales, valoró Alfredo Ávila Galarza, profesor-investigador del Centro de Investigación y Estudios de Posgrado (CIEP) de la Facultad de Ingeniería de la UASLP.
Destacó que algo tan simple como la orientación de la construcción de viviendas, oficinas y otros inmuebles haría una gran diferencia, es decir, evitaría que les llegue el sol de la tarde de forma directa; o bien, considerar el tamaño y la ubicación de las ventanas para que fluya correctamente el aire.
“Ayuda mucho a la climatización natural de las viviendas. Todo esto permite que, de manera sencilla y sin gastar en energía eléctrica para el uso de ventiladores y aires acondicionados, de manera natural favorezca la ventilación en verano o la conservación térmica durante el invierno”, enfatizó.
Aunado a ello, remarcó que los inmuebles deben estar acompañados de arbolado, arbustos y otros elementos vegetativos, a fin de que contribuyan a la climatización de los diferentes espacios.
“Considerar especies de rápido crecimiento, especies que den sombra, que requieran de poco mantenimiento, que sus raíces no dañen las banquetas y que no requieran de mucha
agua “, subrayó.
Advirtió que cada vez es más común que las empresas y los propietarios de las casas cubran de concreto los lugares destinados para vegetación, medidas que favorecen la presencia de mayor sensación de calor.