El mercado San Luis 400, por décadas un pilar del comercio local en la capital potosina, enfrenta hoy un fuerte deterioro que ha reducido su actividad y mermado su relevancia en la zona.
Este espacio, que por años abasteció a cientos de familias con productos de la canasta básica, antojitos y artículos de temporada, mantiene hoy solo una parte de sus locales activos. Aunque aún operan carnicerías, verdulerías y puestos de herbolaria, en las zonas más profundas se percibe oscuridad, falta de mantenimiento y numerosos locales vacíos.
Locatarios y vendedoras ambulantes coinciden en que el mercado tiene potencial de clientela, impulsado por la cercanía con el Poder Judicial del Estado y varias escuelas. Incluso, en temporada decembrina el lugar recobra vida con la venta de decoraciones y productos navideños.
Ante esta situación, los comerciantes ven con buenos ojos el proyecto del Ayuntamiento de San Luis Potosí para municipalizar el inmueble y devolverle su antigua vitalidad. La propuesta busca revitalizar este espacio histórico, fomentar la economía local y mejorar las condiciones para locatarios y consumidores.
El mercado San Luis 400 fue construido en 1992 e inaugurado en 1993, como parte de un proyecto impulsado por el entonces gobernador Gonzalo Martínez Corbalá.
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