El peor enemigo de la democracia mexicana es el narcotráfico y el crimen organizado que viene con él y para su combate en los estados, el factor fundamental es la colaboración del gobernador, sentenció el diputado federal Rubén Moreira Valdez en la presentación de su libro “Jaque Mate al Crimen Organizado”.
Invitado por la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el legislador presentó ayer en la sede del instituto político la obra escrita en colaboración con Rubén Aguilar Valenzuela, en la que se aborda la historia de éxito del gobierno estatal de Coahuila, que logró disminuir en seis años una tasa de 44 homicidios por cada 100 mil habitantes, a 4.5 por cada 100 mil, cifra por debajo de los parámetros internacionales.
Recordó que la población de ese estado ya no toleraba la inseguridad, tema que ya afectaba otros aspectos, como el turismo, el comercio y la vida social en general.
Grosso modo, dijo que la violencia se recrudeció en el país a partir del avance de los grupos delictivos surgidos en Tamaulipas, hacia territorios controlados por los diversos cárteles del lado del Océano Pacifico. “La gente pensó: Ah, es entre ellos, pero esa guerra terminó afectándonos a todos”, expresó.
El autor consideró que el presidente Felipe Calderón Hinojosa sí combatió al narcotráfico y al crimen organizado. Si sus resultados fueron buenos o malos, “ahí están sus números”, sentenció.
Con Enrique Peña Nieto hubo más colaboración y “se pudieron hacer muchas cosas”, pero, actualmente, el gran problema es el recorte de participaciones federales a los estados para destinarlos a los megaproyectos como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas.