Aunque no existe un censo de árboles que permita medir cuántos de ellos han sido afectados por la sequía, el gobierno municipal procura mantener el riego de especies vegetales con agua de reuso, lo que permite disminuir el impacto sobre el agua potable disponible para la población.
En entrevista, la alcaldesa interina Alexandra Daniela Cid González informó que las áreas verdes, camellones y parques que son de jurisdicción municipal se están regando “con agua recuperada, tratada, para que el agua potable de primer uso se destine al uso doméstico”.
Además, dijo, se procura migrar las áreas verdes a xerojardines conformados por materiales y especies vegetales que son más adecuadas al clima seco de la región. Este trabajo, específicamente, lo realiza la Dirección de Servicios Municipales.
Con el Instituto Municipal de Planeación (Implan) se lleva a cabo una sectorización de la ciudad para determinar el tipo de especies más convenientes para cada zona y que requieran menos agua para su sobrevivencia.