Cada día que pasa, más taxistas circulan por la capital en unidades con vidrios polarizados a pesar de estar prohibido por el Reglamento de Tránsito Municipal y de que existe una multa de poco más de 500 pesos aplicable para estos casos.
En este tema, ni la autoridad municipal ni la del estado aplican a los ruleteros la “mano dura” necesaria para que obedezcan la ley.
De acuerdo con el artículo 66 del citado reglamento, “ningún vehículo que circule en el municipio puede llevar vidrios polarizados, oscurecidos, ni aditamentos que obstruyan la visibilidad del conductor o al interior del vehículo, salvo cuando éstos vengan instalados desde la fabricación del vehículo”.
Además, el mismo artículo impide circular con parabrisas estrellados o rotos, cuando esto dificulte la visibilidad al conducir.
La actual administración municipal, a través de su Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), se reunió en marzo de este año con organizaciones de taxistas para exhortarlos a evitar el polarizado de sus unidades y a alinearse con otras ordenanzas de ley, pero el gremio no parece tener prisa por responder a dicha invitación.
Para las y los usuarios de taxis, cabe hacer la recomendación de evitar el uso de unidades con vidrios polarizados, ya que esto, además de dificultar la identificación del conductor, facilita la comisión de delitos al interior del taxi. Especialmente, de noche.