Desde hace al menos seis meses, grupos de dos a cinco niñas y niños en situación de calle “trabajan” realizando acrobacias en el ingreso al Centro Histórico capitalino, a fin de recibir una moneda de los automovilistas o transeúntes.
Las y los niños se ubican en el cruce de la calle Manuel José Othón y el eje vial Ponciano Arriaga, punto donde llevan a cabo las piruetas, en ocasiones descalzos o con calzado en malas condiciones.
Aunque en ocasiones se observa a alguna mujer u hombre cerca de ellos, posiblemente familiar responsable de ellos, la mayor parte del tiempo están solos, sin suéter, sucios y con el riesgo de ser arrollados por los vehículos que se detienen en el crucero.
Los infantes de entre 8 a 10 años de edad están presentes en las vialidades de forma intermitente y en un horario variado. En general, suelen realizar el trabajo infantil entre las 12:00 y las 17:00 horas en medio del clima caluroso o frío, este último recrudecido recientemente.
Cuando obtienen dinero de las personas que transitan por el cruce de vialidades adquieren alimentos, los cuales ingieren con las manos sucias, según se pudo observar en un recorrido realizado por este medio.
A pesar de ubicarse en el paso continuo de patrullas municipales y estatales, así como de autoridades que tienen su sede en la plaza de Armas, a dos cuadras, nadie se ha dado cuenta de las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentran.
Tanto el Sistema Municipal como Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) solían realizar inspecciones para detectar tales situaciones, poner es resguardo a los infantes, fincar responsabilidades a los padres y otras medidas, al momento no se tiene conocimiento que hayan procedido al respecto.