El nivel del agua de la presa San José, ya supera los vertedores. Desde la tromba del sábado y este domingo, amaneció a un aproximado de 105 por ciento de su capacidad y por encima de su nivel de seguridad, y lanza agua por los vertederos superiores, en lo que representa un espectáculo de cascadas, pero al mismo tiempo un riesgo para quienes pretendan acudir a la presa y subir a la cortina para admirar desde ahí el vaso receptor completamente lleno.
La presa, cuya apertura de compuertas fue ordenada por la Unidad Municipal de Protección Civil de la capital, tiene una capacidad aproximada de 5 millones de metros cúbicos de almacenamiento, luego de que la construcción original, en 1906, permitía guardar hasta 8 millones, y dotar de agua no sólo a la zona urbana, sino también áreas agrícolas del municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
Se alimenta de los escurrimientos de la sierra, y de los excedentes de las presas El Peaje y El Potosino, estas últimas de almacenamiento y regulación al mismo tiempo, a las que se sumarían con un proyecto a largo plazo, las presas Las Escobas, Picacho y El Palmarito, cuya construcción quedó frenada cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto dejó de invertir en infraestructura hidráulica.
Precisamente por falta de contención de agua de la sierra, la presa San José almacena excedentes, que en temporada de lluvias torrenciales son desalojados por medio de las compuertas o en casos como el actual, cuando el agua alcanza un nivel por encima de los vertederos.
Por medio del sistema hidráulico, la planta potabilizadora Los Filtros recibe agua para tratar más de 400 litros
por segundo.