Aunque Mónica Liliana Rangel Martínez, exsecretaria de Salud, haya reconocido su culpabilidad en el delito que le imputó la Fiscalía General del Estado (FGE), “no creo que la vayan a dejar en paz”, valoró el analista político Eduardo Martínez Benavente.
Este viernes, la exfuncionaria estatal obtuvo la excarcelación del penal ubicado en la delegación La Pila, tras acogerse a un procedimiento abreviado y con ello, reparar el daño por 22 millones de pesos y aceptar la culpabilidad en los delitos de uso abusivo de la función pública, además de asociación delictuosa en su modalidad de pandillerismo.
Y aunque también estaba acusada de fraude, sobre ese delito ya no se mencionó.
En entrevista, el notario consideró que la excandidata a gobernadora de Morena debió aguantar el castigo y defenderse dentro del proceso penal iniciado en su contra.
“Hay mucha presión social y mediática por el arreglo y monto al que llegaron”, puntualizó.
Martínez Benavente señaló que la fiscalización que practicó la Auditoría Superior del Estado (ASE) a la cuenta pública del ejercicio fiscal 2021 de los Servicios de Salud, todavía está pendiente de concluir.
Consideró muy probable que esté en la etapa del desahogo o solventación de las observaciones que le hicieron, por ende, es necesario esperar resultados definitivos para poder opinar.
“No sabemos si tiene responsabilidad directa en lo que no quede solventado a la cuenta pública del ejercicio fiscal 2021”, concluyó. el fedatario