En el concierto a la memoria de Pérez Prado, que puso a bailar mambo en la Plaza de los Fundadores, con olor a Café Tacvba, la activista Elena Ríos se llevó la noche. Pidió no más maltrato a las mujeres, no más ácido y que ni una más sea agredida en cualesquiera de sus modos.
Su intervención para cantar y bailar, con el preámbulo de su protesta, derivó en una espontánea presencia de personas con cartulinas que pidieron no más violencia contra las mujeres y no más ácido.
Elena Ríos se ganó la simpatía del público de la Plaza de los Fundadores, y ella y las mujeres, por unos segundos, gritaron "no están solas", en una protesta que duró apenas unos segundos.
Luego, Rubén Albarrán en su faceta de espectáculo, desde que llegó y hasta que terminó, entretuvo a los miles de asistentes, y puso a bailar a todo aquel que se dejó o movió su cuerpo.
"Corazón de melón", "Quién será", "Mambo número 5", "Mambonet", "Pachuco", "Noche de mambo", "Magia", "Mambo del caballo negro" y "Tequila" interrumpieron por largas horas la quietud de la Plaza de los Fundadores, para divertir a los visitantes.