“Lo vemos cómo el inicio del fin de esta crisis”, señala esperanzada Brenda Zúñiga Blanco, potosina radicada en Chicago, Estados Unidos, quien el pasado 19 de diciembre recibió la primera dosis de la vacuna contra el covid-19.
Brenda es médica cirujana egresada de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), actualmente realiza una maestría en Neuropsicología. Por tener contacto con pacientes covid positivos, tuvo acceso a este biológico de Pfizer y BioNtech el mismo que se aplicará en México.
Hacer público este evento en sus redes sociales hizo que fuera considerada la primera potosina en recibir la inmunización: “No sé si sea la primera potosina”, aclara, pero sí desea generar confianza en las personas sobre la vacuna.
“Está espectacular porque es la primera vacuna con esta tecnología en la que te ponen el RNA mensajero, que es la parte del virus que crea las proteínas, y entonces hace que tus células lo repliquen y automáticamente tú vas a crear la inmunidad para la proteína espiga, que es la que finalmente reconocen tus inmunoglobulinas”, explica.
EL PRINCIPIO DEL FINAL DE LA CRISIS
Con estudios de medicina, Brenda ha seguido puntualmente el proceso de desarrollo de esta y otras opciones contra la covid-19 y asegura que, al aplicarse la primera dosis, acudió confiada y hasta con cierta emoción.
“La vacuna fue probada en 60 mil personas antes de poder aplicarla a nosotros (...) vi el fracaso de otras vacunas, vi los efectos adversos de otras vacunas cuando vi que se probó aquí la de Pfizer y BioNtech fue donde leí sobre ella. Leí sobre la nanotecnología que están utilizando que es justamente el ARN mensajero, o sea, sí están usando nanotecnología pero no nos van a implantar ningún chip”, agrega entre risas como referencia a las teorías de la conspiración que han proliferado en redes sobre la inyección.
“Lo hice con muchas ganas porque quiero inspirar confianza en la gente que me sigue y que no es científica como mi familia...que, bueno, existe la desconfianza y la preocupación de si están experimentando con la gente”.
Entre los efectos secundarios que puede generar esta vacuna, se encuentran, según le indicaron: dolor de cabeza, dolor en el brazo de la aplicación o entumecimiento. Brenda solo sintió el brazo dolorido el primer día, después, nada; además, enfatiza que tuvo seguimiento diario durante la primera semana después de aplicar la dosis, y después, cada semana por tres semanas hasta la segunda aplicación y luego de eso el seguimiento se replica hasta tres semanas más.
“Todos estamos esperanzados, al menos la parte de la ciencia estamos todos a sabiendas de que esta vacuna no se liberó sin tener pruebas previas, estamos confiados de que en algún momento ya todos vamos a estar cubiertos (...) todos lo vemos como el inicio del final de esta crisis. Esto es lo principal”, expone.
Brenda incluso llama a la población a que cuando llegue el momento de aplicarse la vacuna lo haga con confianza, pues aunque el periodo de desarrollo fue de un año, el proceso se llevó a cabo pensando en la repercusión que el virus ha tenido en la población.
LA EXPECTATIVA PARA MÉXICO
Para México el calendario de aplicación de la vacuna es similar que en otros países; primero personas adultas mayores, después personal médico y de enfermería en primera línea de combate al virus y después a la población económicamente activa.
Sobre esta segmentación, Brenda argumenta que es la correcta: “Es la misma que se está siguiendo a nivel mundial. No pensemos que en México no quieren ponérsela a los niños.
Que empiecen con adultos mayores que son los que se afectaron de manera más crítica; obviamente el sector salud que somos los que estamos expuestos todo el tiempo y pues en mayor riesgo de infección y mortalidad secundaria y tercero la población que está siendo afectada económicamente”.
Aclaró que los estudios y pruebas sobre la vacuna se realizaron en personas mayores de 16 años, por lo que no se conoce los efectos que la vacuna puede generar en niños menores de esta edad.
Mencionó que los niños y niñas pueden seguir con clases en línea o en casa hasta el mes de junio, cuando se aplique la vacuna al resto de la población, pues de esta manera se podría evitar el contagio más riesgoso que es el que generan las personas asintomáticas.
Pidió a la población en general que siga cuidándose, pues aún y con la vacuna ella sigue con puntualidad el uso de cubrebocas, el lavado de manos constante y el distanciamiento social, pues hasta que no se le aplique la segunda dosis el 9 de enero, no tendrá la inmunización que promete esta vacuna.