No se respetan áreas verdes del Centro Histórico

La gente pisotea el césped y hasta duermen la siesta en área prohibidas

Los jardines de la Plaza de Armas, así como las áreas verdes de otras plazas del Centro Histórico, padecen en la actualidad de la invasión de personas que hacen caso omiso a los avisos de restricción de no pisar el césped y que incluso se quedan a “echar la siesta” a cualquier hora del día.

Está problemática se ha acentuado en los últimos meses junto con el flujo creciente de personas migrantes que buscan las cómodas sombras de los jardines de la ciudad para descansar de su incierta aventura rumbo a la frontera norte del país, con Estados Unidos.

Otros usuarios asiduos de los jardines que no deberían de ser pisados, son las y los militantes de “organizaciones sociales” cuyos líderes los convocan a reunirse en la Plaza de Armas para protagonizar las más diversas protestas en contra del Gobierno del Estado o alguna otra autoridad.

Junto a los letreros de “No pisar el césped”, hay personas que duermen el sueño de los justos, niños que juegan al futbol o a mojarse con el agua de las fuentes, pequeños grupos de manifestantes que ingieren alimentos y bebidas y que abandonan ahí mismo su basura antes de integrarse a la siguiente marcha, etcétera.

En los alrededores hay personal de jardinería que realiza su trabajo con responsabilidad, pero que evita tener conflictos o pleitos con quienes invaden las áreas verdes.

En este sentido, quizás no sea absolutamente necesario emplear la fuerza pública de agentes de Seguridad para lograr el respeto a los jardines, pero sí es necesario hacer una labor de convencimiento amable para que las personas comprendan que cuidar la belleza de nuestras plazas es tarea de todas y todos.