Alberto Rojo Zavaleta anunció que tomó la decisión de no participar de ninguna forma en el actual proceso de renovación de la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que se dedicará de lleno a litigar la denuncia que formuló en contra de Margarita Hernández Fiscal y José Manuel Jonguitud Flores por agresiones mientras pasaba por la avenida Luis Donaldo Colosio en compañía de su esposa.
“Se necesita ser demasiado estúpido para creer que intentaron entregarme un documento. Yo tengo una función dentro del PRI, pero no tenía por qué atender ningún asunto fuera de los horarios de recepción y mientras hacía una actividad personal que era pasar por la calle con mi esposa... No soy una oficina ambulante de Oficialía de Partes”.
Dijo que pasó por ese sitio porque era una ruta que le quedaba en su trayectoria ya que se dirigía de casa de su hija a su propia vivienda.
Sin embargo, añadió que se le pidió su intervención para pedir a los ocupantes del edificio, personas que pidieron un espacio rentado, que lo desalojaran y fue cuando se encontró con los militantes del partido que trataron de detener su paso, según ellos para entregar un documento ese sábado fuera de las horas hábiles de la administración del partido.
Dijo que el grupo de personas se colocó a los costados y al frente de su vehículo, y el funcionario municipal de Comercio comenzó a golpear el cofre de su vehículo y las otras personas, es decir también la regidora, trataron de abrir las portezuelas, para obligarle a descender de su vehículo mientras viajaba en compañía de su esposa, de quien asegura que también intentaron bajarla, pero que les dijo que iría a su casa a dejar a su esposa y regresaría a hablar con ellos.