Hacinada y apenas dividida por un muro de un restaurante que con frecuencia genera olores a alimentos y riesgo, trabaja la Oficina de Representación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu, antes Secretaría de la Reforma Agraria), en el Fraccionamiento Residencial Tangamanga.
La delegada y la Comisión de Seguridad de Higiene de la dependencia federal se han desentendido de llevar una solución definitiva.
No hay extintores, salidas de emergencia o medidas para enfrentar una contingencia y por ello los trabajadores de la dependencia federal consideran insegura la situación.
Señalan que han insistido de los riesgos con la delegada María Fernanda Serrano Soto, pero únicamente dice que no es su problema. La única acción que emprendió fue la fumigación por una plaga que generó la operación cercana del restaurante.
La Sedatu se localiza en la calle Perfecto Amézquita número 172 del Fraccionamiento Residencial Tangamanga y opera en una casa que se divide con un muro de tablarroca, justo a un costado de la cocina de un restaurante.
“Hemos estado preocupados porque a veces hay olores muy fuertes y atraídos por la comida del restaurante hay muchos animales, no hay extintores, no hay rutas de emergencia y no tenemos nada. Un día no vaya a ser la de malas que haya un chispazo y ni siquiera podríamos alcanzar a salir”.
Solicitaron la intervención de Protección Civil del Estado o de la Alcaldía de la capital, con personal que pudiera presentarse y constatar que no hay medidas de seguridad.