Aunque la movilización de paseantes en el Centro Histórico ha aumentado de manera evidente a pocos días del festejo por Navidad, las aglomeraciones se concentran en la vía pública y no al interior de los comercios establecidos.
Ello pudo constatarse a través de un recorrido por el primer cuadro de la ciudad, donde se observó que en su mayoría los negocios señalan por medio de un letrero el aforo que es permitido o la especificación de la entrada de una o máximo dos personas por familia.
Algunos restringen el acceso con cintas o cadenas o por medio de un empleado que proporciona el gel antibacterial a los clientes, se cuenta además con la exigencia del uso de cubrebocas, tapete sanitizante y en algunos casos la toma de temperatura.
Destaca que, aunque los compradores no se concentran al interior de los establecimientos, las filas al exterior, en algunos casos, no respetan la sana distancia.
Francisco Acosta Leos, consejero de la organización Nuestro Centro, señaló que en cuanto al aforo permitido en los comercios, este dependerá del tamaño de los mismos ya que los más pequeños permiten la entrada únicamente a dos o tres personas y en contraparte los que cuenten con mayor espacio darán acceso a un mayor número de clientes.
“Se siente bien el tema comercial este diciembre, pero por las aglomeraciones hay que tener mucho cuidado con nuestras medidas sanitarias y pedirle a la gente que solo entre una persona por familia”, reconoció el empresario.