Una vez concluida la construcción de la base hidráulica y redes de drenaje y agua potable, la constructora del Paseo Esmeralda inició la colocación de los adoquines sobre la base de concreto hidráulico.
El procedimiento de colocación es el mismo de todas las calles del Centro Histórico restauradas, que han involucrado el retiro de adoquines para su tallado y recuperación con la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un taller cercano, los adoquines fueron tallados uno a uno y poco a poco se les coloca en la superficie de rodamiento.
La construcción del paseo inició el 14 de diciembre, y desde entonces, solo ocurrió una interrupción con el hallazgo de algunos vestigios relacionados con las construcciones de obra hidráulica del siglo XIX, que forman parte de la infraestructura de la ruta de la Cañada del Lobo a la Caja del Agua.