Llegan muchos vehículos con placas de Estados Unidos a las colonias del sur de la ciudad.
Migrantes se están reuniendo con su familia, pero a ese peligroso caldo de cultivo de que alguien pudiera llegar contagiado de Coronavirus en su variedad COVID-19, se agrega que vecinos organizan fiestas escandalosas y encuentros deportivos en espacios públicos, sin ningún control, y a escasos metros de la Subcomandancia Sur de Seguridad Pública Municipal de la capital.
Los migrantes han llegado a colonias tales como Residencial del Bosque (en los edificios del Camino a El Aguaje y Constitución), la colonia Simón Díaz y los edificios de departamentos.
Los vecinos aseguran que algunos participan en reuniones nocturnas y a los alrededores hay canchas de basketbol y se retan a jugar futbol, y a veces algunos llevan bocinas y cervezas y hay mucho contacto entre ellos.
Explican que de los departamentos surgen ruidos de fiestas, donde los vecinos y visitantes se reúnen en los pequeños departamentos a hacer su escándalo
Poco a poco van llegando carros de diferentes estados de Estados Unidos, o algunos incluso provenientes de lugares tales como Nuevo León y la Ciudad de México. En ellos llegan familias completas que se van retirando de otros lugares en previsión de la inmovilización de gente por la pandemia.
El caso de los que vienen de Estados Unidos, la mayoría son desempleados, que laboraban en algunas empresas que tuvieron que cerrar sus puertas por la crisis causada por las medidas de distanciamiento social impuestas por los gobiernos locales de aquel país.
Entre las personas que se regresaron se encuentran desempleados que por décadas permanecieron en Estados Unidos.
De acuerdo a las quejas de los vecinos, a pesar del riesgo que representa no aislar a los que llegaron, frecuentemente se escucha el estruendo de las fiestas a las que no sólo están convocados familiares, sino personas que vienen de otras viviendas o incluso de otras colonias para reunirse con los que llegaron de Estados Unidos.
Los afectados dijeron temer que una eventual presencia de migrantes provenientes de Estados Unidos que se hubiera contagiado de coronavirus COVID-19 por igual tome desprevenidos a los habitantes de los edificios condominales, entre los que se encuentran personas diabéticas, con hipertensión, mujeres embarazadas, niños y personas mayores de 60 años.
Explicaron que no sólo no se está tomando en serio en la medida de distanciamiento social, sino que alguien está dejando pasar a los migrantes en condiciones de salud dudosas y a pesar de que la pandemia ha alcanzado niveles insospechados en Estados Unidos.