Parece poco creíble, pero en la mayoría de las ciudades del mundo siempre se pueden ver a personas de la tercera edad deambulando por las calles.
De manera lastimosa, la enorme mayoría de esas personas fueron abandonadas y condenadas al olvido, primordialmente por sus familiares.
Abuelos, hermanos, tíos de alguien, parecen mirar hacia el pasado y perderse en un marasmo de recuerdos. Quizá y solo quizá, absortos pensando en lo que fueron. Pero especialmente, en lo que dejaron de ser.
Foto de Alberto Martínez.