La Plaza Monumental Bicentenario “Manuel José Othón” se encuentra completamente dañada por vandalismo, se convirtió en “cantina”, en mingitorio de malvivientes y abunda el graffiti.
La totalidad de las lámparas incandescentes que iluminaban la bandera desde su base, ya fueron robadas y desapareció el cable que las alimentaba de energía eléctrica.
En la superficie de la explanada abundan los envases de cerveza, botellas de vidrio y pet; las cavidades de las luminarias se encuentran totalmente repletas de basura.
En el lugar abundan los manchones de orina de los malvivientes, que visitan el lugar sin ninguna vigilancia, a pesar de que ese punto de reunión puede ser visto desde los dos carriles de la avenida Salvador Nava Martínez.
Además, el asta monumental se encuentra repleta de graffiti hasta donde alcanzan los brazos de los responsables de colocar las pintas. Se trata de un punto muy visible en el que incluso hay cámaras de videovigilancia conectadas al Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4), y nadie parece haberse dado cuenta de las acciones de vandalismo y por lo tanto, no se tiene noticia de detenciones.
La Plaza Monumental fue inaugurada el 16 de septiembre de 2010, en el sexenio de Fernando Toranzo Fernández, y ya desde entonces presentaba algunos indicios de abandono. Desde el principio había vandalismo en las luminarias, el sistema de alumbrado público no funcionaba en forma correcta y poco a poco fueron creciendo las acciones de daño a la infraestructura.