Vehículos con llantas ponchadas, automovilistas que esquivan agujeros y otros que caen en los baches cubiertos de agua, "albercas" que abarcan varias cuadras y lodazal, forman parte de los estragos de unos cuantos días de lluvia en calles de la Zona Industrial.
En el bulevar San Luis, carril lateral con dirección de San Luis Potosí a Querétaro, entre el Eje 114 y el Eje 118 de la Zona Industrial, cada temporada de lluvias, una enorme alberca recuerda que el sistema de drenaje no sirve.
Con más de 12 días de precipitaciones que van desde la llovizna hasta la tormenta, en ese tramo se han formado baches, producto del reblandecimiento del subsuelo por humedad y la pérdida de resistencia del pavimento.
Las vialidades laterales fueron construidas en forma simultánea a los puentes vehiculares del bulevar San Luis, entre los años 2004 y 2008, con todas las especificaciones de urbanización que incluyeron banquetas y alumbrado público, redes de drenaje sanitario y pluvial y de agua potable.
En el Eje 104 hay encharcamientos que debilitan la consistencia del pavimento.
En el Eje 118, en la entrada por la vialidad lateral de la Carretera 57, hay una laguna muy grande y baches que se encuentran escondidos en el agua, y los automóviles se golpean con los agujeros de los baches.
Algunos conductores explicaron que los baches les poncharon las llantas de sus vehículos con los golpes que dan en los hoyancos y se quedan ahí varados.
Algunas de las fábricas de la Zona Industrial se encuentran inundadas por ejemplo en sus campos de futbol o de esparcimiento y de pasto. También se encuentran llenos de agua por los días que ha llovido y que no han tenido la oportunidad de que se reseque el suelo.