Para Edith Pérez, presidenta del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros SLP, el 10 de mayo no fue un día de celebración, sino de protesta. Desde temprana hora, la activista colocó fichas de búsqueda en la fachada de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) como una forma de visibilizar a los hijos e hijas desaparecidas y exigir respuestas a las autoridades, a quienes acusó de omisión.
Pérez señaló directamente a Giovanna Argüelles, actual presidenta de la Comisión, a quien acusó de privilegiar su imagen pública por encima del acompañamiento a las víctimas. "La presidenta gana un sueldo alto, anda de evento en evento bien arregladita, y ni siquiera se pronuncia cuando hay feminicidios, homicidios o desapariciones masivas", reprochó.
Asimismo, denunció que al interior del organismo prevalece una estructura burocrática enfocada en beneficios personales. "Me di cuenta de que ahí solo contratan personas para cobrar una quincena, para tener honorarios estratosféricos. No les interesa el dolor de las familias", dijo.
Sobre su vivencia este 10 de mayo, Pérez compartió que estuvo acompañada por otras madres, representantes de medios de comunicación y personas solidarias con la causa. No obstante, reconoció que el dolor sigue presente. "Siento ese vacío tan tremendo. Sin embargo, tener a mi nieto nos cambió la vida. Este 10 de mayo fue distinto, pero también fue una oportunidad para exponer que somos muchas: 80 mujeres que integran el colectivo, con nombres, rostros y sueños rotos de quienes buscamos día a día".
De cara a la marcha que realizarán el próximo lunes, señaló que se trata de una acción de acompañamiento entre madres, pero también de una exigencia clara a las autoridades. "La Fiscalía nos ha quedado a deber".