En una agitada jornada posterior a las protestas por una denuncia de agresión sexual en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la institución registró la salida de dos funcionarios, la ciudad se vio colapsada por los bloqueos estudiantiles, y tras la exigencia de renuncia del rector Alejandro Zermeño Guerra, la universidad denunció intromisiones políticas externas en el movimiento.
Con bloqueos que interrumpieron el paso en puntos estratégicos de la capital, cientos de universitarios salieron a protestar contra la respuesta de la UASLP a una denuncia de violación ocurrida el viernes en la Facultad de Derecho. Pese a que en otras acciones semejantes, se ha visto la presencia de dependencias de seguridad estatales, en este caso, no lo atendieron.
En la mañana, la UASLP anunció que el director de la misma, Germán Pedroza Gaitán, presentó su renuncia, misma que fue aceptada; y también que la titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios, Magdalena González Vega y a otros funcionarios de la Facultad. También informó que fueron expulsados 2 alumnos de la Facultad envueltos en la agresión.
Sin embargo, las medidas adoptadas por la UASLP no apagaron los ánimos de los estudiantes. Cientos de ellos, al mediodía, dieron "portazo" en el edificio de la Rectoría y en el Patio Central, retuvieron a algunos funcionarios varias horas.
Entre ellos la abogada general, Urenda Navarro, la directora de Cultura, Cinthía Valle y Antonio Garza, director de Seguridad de la UASLP. Los mismos fueron blanco de fuertes insultos.
Los manifestantes, algunos de los cuales causaron daños a la Rectoría y la tienda adjunta, exigieron primero la presencia del rector y después, su renuncia.
En redes sociales se registraron denuncias de la presencia de grupos ajenos al movimiento universitario, que trataron de desvirtuar al movimiento, según los señalamientos.
Por la tarde, la UASLP emitió un comunicado en el que condenó la presunta intromisión de grupos ajenos a la comunidad universitaria, a quienes acusó de intentar desvirtuar un movimiento genuino de estudiantes que buscan justicia ante estos casos de violencia de género.
La UASLP señaló que "no permitirá que intereses ajenos intenten quebrantar la autonomía, valores y unidad" que la caracterizan, y exigió respeto para quienes se manifestaron de manera pacífica.