En los últimos seis años se han abierto más de 500 carpetas por agresiones sexuales y violencia contra menores en San Luis Potosí, pero solo una ha sido judicializada, denunció Sandra del Río Contreras, representante de la Fundación Granito de Arena, organización con 15 años de trabajo en la atención a víctimas infantiles.
Del Río advirtió que los casos de abuso se han incrementado “exponencialmente” tanto en el país como en el estado, especialmente en niveles de jardín de niños y primaria, sin que existan mecanismos eficaces de atención y justicia. “Lamentablemente no se judicializan porque no están bien armadas o porque se revictimiza al niño; entonces los agresores siguen sueltos, los niños siguen siendo víctimas y van incrementando”, señaló.
De acuerdo con la representante de la fundación, siete de cada diez niñas y niños en México han sido víctimas de algún tipo de agresión, que puede ir desde acoso o tocamientos hasta pornografía infantil. Añadió que también se ha detectado un aumento en los casos cometidos por mujeres contra otros menores, lo cual, dijo, “es más difícil de detectar y denunciar, porque la ley protege más a la mujer que a los niños”.
La activista sostuvo que 80% de los abusos se cometen dentro del entorno familiar, lo que complica que las víctimas denuncien. Por ello, presentó junto al diputado Luis Fernando Gámez Macías una iniciativa para modificar la Ley de Educación del Estado y crear un protocolo de actuación en escuelas en casos de abuso o maltrato.
Del Río sostuvo que las y los maestros son aliados fundamentales, pero actualmente carecen de herramientas para actuar ante posibles casos: “Hay maestros que nos han dicho que detectan situaciones de abuso, pero los niños ya lo han normalizado, no saben cómo denunciar y temen hacerlo”. Por ello, dijo, la iniciativa busca brindar capacitación y respaldo legal a las escuelas.