La Secretaría de Salud del gobierno estatal otorgó en abril pasado, por la vía de la adjudicación directa, un contrato por 85.1 millones de pesos a una empresa, Tangamanga Innovaciones y Negocios SA de CV, del que no se detecta ningún antecedente comercial y además, recicla el domicilio legal de otra compañía fantasma que fue utilizada por los diputados de la LXI del Congreso, la de la “Ecuación Corrupta” para desviar recursos legislativos.
El contrato para adquirir productos químicos básicos, aparece en el reporte de adjudicaciones directas de la dependencia de julio, es el de mayor monto que se ha entregado entre marzo y el mes pasado, el lapso del combate a la pandemia de COVID-19.
Sobre la empresa beneficiada con el contrato, al consultar sus antecedentes en internet, no apareció ninguna referencia previa sobre su participación en otros procesos de adquisición de alguna autoridad, local o de otros estados.
De acuerdo a su expediente en el Registro Público de Comercio, la empresa se inscribió con el folio mercantil electrónico 33987, el 18 de agosto de 2016.
Sus objetos sociales principales, de acuerdo a la escritura, están relacionados con los ramos de la construcción y el inmobiliario.
Como socios aparecen Bertha Alicia Chávez Rangel y Armando Romero López, que también es su administrador único.
Éste último es quien firma a nombre de la empresa el contrato SSSLP-ASIG-Proquim-65/2020, de fecha de 9 de abril de 2020.
En dicho documento, el proveedor ofrece como “domicilio legal” el ubicado en Nicolás Zapata 570-B, en esta capital.
Esa dirección coincide con la de otra empresa, Comercializadora Delger SA de CV, compañía utilizada por diputados de la pasada legislatura para justificar, mediante facturas, el desvío de 5.1 millones de pesos de la partida de gestoría institucional. Además, la Secretaría de Finanzas estatal le pagó en 2016 poco más de 200 mil pesos en compras de cobijas y despensas.
Actualmente, el domicilio, ubicado en una segunda planta, sobre una bicicletería llamada “El Grillito”, presenta en una de sus ventanas el letrero de “se renta”.
En mayo pasado, en un reporte de Ciudadanos Observando, la empresa verificó que el domicilio estaba desocupado.