Radical como ha sido su actuación en el escenario político potosino, el notario Leonel Serrato Sánchez, promete para San Luis Potosí un cambio igual, radical, que transformará al estado, si gana la gubernatura encabezando al Movimiento de Regeneración Nacional.
Y aun si no triunfara, señala el ex delegado regional de Programas Integrales del Bienestar en la Zona Metropolitana en entrevista con los coordinadores editoriales de Mival, “la ola de la elección de 2021 cambiará al estado”.
Y ese cambio, promete, sacudirá la estructura de los partidos, que deberán explicar a los potosinos, y a ellos mismos, qué fue lo que hicieron para afrontar la elección. “Como después de una borrachera”, ironiza, “en la que te preguntas: ¿pues con quién me vine a acostar?”.
Adelanta que, de ganar el proceso interno morenista y luego la gubernatura, buscará sentar las bases de la reconciliación de un San Luis dividido por la política, porque no pretende gobernar sobre ruinas.
Pero antes, señala, los partidos y los políticos en San Luis “van a tener que hacer su propio reconocimiento de culpas”.
Advierte también que la reconciliación debe pasar, obligadamente, por el castigo a la corrupción en que han incurrido los partidos y políticos del estado.
Paradójicamente, mientras llama a la reconciliación, también parte y reparte al mundillo político de San Luis: ¿el gobernador Juan Manuel Carreras? Un político suertudo al que la 4T le rescató; ¿El secretario general de gobierno, Alejandro Leal Tovías? Un mañoso, la mano negra del gobierno actual; ¿el ex mandatario Fernando Toranzo? Un funcionario que da pena por el sometimiento ante su ex esposa. ¿El diputado Ricardo Gallardo? Que es digno de una mazmorra. ¿El navismo, su cuna política? Difunto.
Y eso que dice haberse deconstruido a raíz de las acusaciones de declaraciones misóginas hechas contra una ex legisladora.
Admite haberse excedido en brusquedad y que está tratando de mejorar. Pero señala que ese Leonel belicoso “le gusta mucho”.