Después de décadas, reabrió sus puertas el pasaje “Isabel la Católica”, dentro del edificio Ipiña, con la que se recupera uno de los dos cruces del inmueble histórico mandado construir por Pantaleón Ipiña.
El inmueble fue creado en los tiempos del gobierno de Ildefonso Díaz de León, a fines del siglo XIX, y concluido en la época previa a la Revolución Mexicana en el que alguna vez fuera el jardín Mariano Arista y hoy la Plaza de los Fundadores.
La iniciativa de restauración fue planteada desde hace más de cinco años en el Consejo Consultivo del Centro Histórico y ha requerido de un largo tiempo de restauración, de pasillos interiores que volvieron a ser fachadas.
La restauración, hasta ahora, comprende las fachadas de la calle Isabel la Católica, aunque no hay acceso por lo menos hasta ahora al hotel y al pequeño mercado que proyecta el grupo de propietarios del edificio.
Por ahora los visitantes pueden caminar y cruzar de la avenida Venustiano Carranza a la calle Álvaro Obregón y cuentan con una puerta de acceso al estacionamiento, de reciente apertura.
En la misma etapa de restauración se encuentra el pasaje interior Cristóbal Colón, todavía inconcluso. Ambas presentan un tratamiento arquitectónico similar con restauración de muros piezas de cantera y herrería, y la colocación de un nuevo piso de adoquines emboquillado y nivelado, similar a los arreglos de las vialidades del Centro Histórico.
El primer proyecto fue presentado hace cinco años al entonces director presidente del Consejo Consultivo del Centro Histórico, Horacio Sánchez Unzueta.