El hotel-spa del exdiputado local José Luis Romero Calzada “Canto de Sal”, ubicado en Salinas del Hidalgo prospera y florece como un auténtico oasis en medio del semidesierto del Altiplano potosino.
Ello a costa de los problemas de desabasto de agua que trajo consigo la pérdida del pozo que abastecía a habitantes de la cabecera municipal y que ahora sirve al complejo recreativo.
De acuerdo con el convenio de usufructo del pozo ubicado en el rancho Estancia del Carmen, ahora propiedad de la familia Romero Calzada, el Ayuntamiento tendría derecho a su abasto desde su perforación en 1949 y hasta que se agotara el agua en el manto freático que lo abastece.
Los términos mencionados fueron formalizados ante notario público el 3 de abril de 2008.
El agotamiento del pozo no se ha registrado y la prueba es que el hotel-spa dispone de líquido suficiente como para ofrecer a sus clientes el atractivo de dos albercas al aire libre y hasta un lago artificial.
Las fricciones por el acceso al agua comenzaron poco tiempo después de que la familia Romero Calzada adquiriera el rancho Estancia del Carmen a la familia Hidalgo Martínez, el 18 de septiembre de 1991.
A la controversia buscó darle solución definitiva el alcalde panista entre 2007 y 2009, Teódulo Contreras Martínez, quien junto con su Cabildo, promovió un juicio extraordinario civil en 2009.
Más tarde, el síndico municipal Roberto Galindo Galván, continuó el pleito, el cual fue cerrado el 9 de noviembre de 2012, cuando quedaron establecidos los lugares a los que tendrían acceso los empleados del Ayuntamiento para operar y darle mantenimiento al pozo en un área de 234 metros cuadrados y hasta se fijó un horario: de las 8 a las 18 horas.
Una administración posterior, la de la ahora expanista Adriana Vega Calzada, intentó perforar a una mayor profundidad el pozo, pero con tan mala realización que se atascó la herramienta, bloqueando el pozo.
Este sería el argumento al que recurrió la familia Romero Calzada para apropiarse del pozo aunque la condición para que ello fuera legal —que el manto freático del que depende se hubiera agotado— no se ha cumplido.
Con el tiempo, se comenzó a culpar a Hernández Martínez de haber negociado el aprovechamiento del pozo con la familia Romero Calzada, situación que niega por completo ya que al finalizar su gobierno el agua seguía abasteciendo a Salinas, tal como se puede comprobar en los documentos legales de fechas tan lejanas al final de su mandato como noviembre de 2012.