Hay represión en zona fabril por apoyo a las 40 horas: Frente Nacional

Estos mecanismos inhiben la participación a favor de la reforma, dice la organización de trabajadores

La Coordinación en San Luis Potosí del Frente Nacional por las 40 Horas denunció que, a más de cinco meses de haber entregado un escrito a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) del Gobierno del Estado, no han recibido respuesta para ser incluidos en las mesas de diálogo sobre la reducción de la jornada laboral.

Integrantes del Frente informaron que el documento fue presentado el 4 de junio, en seguimiento a la convocatoria federal realizada el 1 de mayo para instalar mesas de trabajo en todo el país en torno a la propuesta de disminuir la jornada de 48 a 40 horas semanales. Sin embargo, señalaron que, con el paso de las semanas, confirmaron que únicamente empresas, principalmente aquellas que se oponen a la reducción, han sido invitadas.

"Se dejaron nuestros correos, números de contacto y personas responsables para dar seguimiento, pero nunca se nos ha llamado", acusaron.

Los activistas lamentaron que la única ocasión en que autoridades estatales se acercaron fue durante un cierre vial realizado el 28 de agosto, cuando preguntaron por sus demandas. "Tenemos dos años en esta lucha. No es momento de negociar: es momento de que la ciudadanía salga a las calles y manifieste su descontento", señalaron al explicar su negativa a entablar diálogo en ese momento.

La coordinación potosina destacó que ha buscado el acompañamiento de sindicatos, especialmente independientes, para fortalecer las movilizaciones. Recordaron el caso de la planta Goodyear en San Luis Potosí, cuyos trabajadores lograron una jornada de 40 horas desde la década de los 70 tras una huelga.

Sin embargo, denunciaron que en la Zona Industrial persisten mecanismos de represión laboral, como el "fichaje" entre empresas, que inhiben la participación de los trabajadores en actividades públicas a favor de la reforma. "La aceptación es alta, pero muchos no pueden hacerse presentes por miedo a perder su empleo".

El Frente insistió en que la reducción de la jornada es una "deuda histórica", pues han transcurrido 108 años sin modificaciones sustantivas, lo que coloca a México entre los pocos países de la OCDE que aún mantienen esquemas de 48 horas o más, llegando en algunos casos hasta 60 horas semanales.

Subrayaron también la profunda desigualdad salarial del país y criticaron que el modelo económico favorece a grandes empresas y deja en desventaja a pequeñas y medianas, razón por la cual han incorporado propuestas de incentivos para pymes dentro de las iniciativas impulsadas por el movimiento.

Finalmente, reiteraron su exigencia a la Secretaría del Trabajo estatal para que abra el diálogo e incluya a los trabajadores organizados en las decisiones que definirán la eventual reducción de la jornada laboral.