A pesar de dos suspensiones judiciales vigentes, de diversas protestas en todo el país, de decenas de exigencias al diálogo, de un paro total de labores en la SCJN y en una sede alterna resguardada por granaderos debido al bloqueo de opositores al Palacio de San Lázaro, las bancadas de Morena, PT, y PVEM se atrincheraron, improvisaron el pleno y aprobaron la reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El proyecto quedó avalado en lo general con 359 votos a favor por parte de Morena, PT y PVEM, y 135 en contra por parte del PRI, PAN y MC, quienes decidieron no hacer vacío como lo habían adelantado, a fin de hacerse escuchar.
Manifestantes contrarios a la reforma del Poder Judicial, que busca que los jueces sean elegidos por voto popular, bloquearon el martes los accesos a la Cámara de Diputados y obligaron a los parlamentarios a trasladarse a una sede alternativa, un deportivo cercano.
En el debate, los guindas aseguraron que no engañaron a nadie, pues desde la campaña, previo a la elección del 2 de junio, prometieron a la ciudadanía que si les daban mayoría, avalarían las reformas constitucionales del Mandatario. En contraste, la oposición denunció una reforma malhecha, producto de la venganza contra un poder que no sucumbió al Ejecutivo.
La sesión se inició a las 16:10 horas, pero se decretó un receso luego de que el diputado panista Elías Lixa solicitó más tiempo porque los diputados de oposición tenían dificultades para ingresar, porque todos los accesos del deportivo Magdalena Mixhuca estaban cerrados para evitar el ingreso de manifestantes.
Al reanudar la sesión y avalado el cambio de sede por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y en la Mesa Directiva por voto ponderado de la mayoría, Germán Martínez Cázares (PAN) pidió a la mayoría parlamentaria recular la reforma de último momento y argumentó que "no se vale una condena a todos".
El coordinador de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal, tomó la palabra para recordar que el pasado 5 de febrero, el Presidente presentó un paquete de reformas y, entre otras cosas, denunció: "porque le fueron rechazadas al Congreso reformas fundamentales como la energética, la eléctrica, la de Bienestar, la de austeridad, la de la guardia nacional y otras en beneficio de la población".
"¡Presiiiidente!, ¡Presiiiidente!", interrumpió la ola de legisladores del oficialismo.
Monreal Ávila aseguró que el pensamiento judicial se encaminaba a instituir el gobierno de los jueces: "La dictadura de la toga y el birrete, pero nosotros no lo vamos a permitir", dijo.
Agregó, además, que la mejor forma de blindar la intromisión del crimen organizado al Poder Judicial "será con esta reforma".
Tras seis horas de debate, la reforma quedó avalada en lo general y comenzó su debate en lo particular, con la previsión de que quedará aprobada la madrugada de este miércoles para después ser turnada al Senado de la República, que se prevé lo apruebe en comisiones el domingo.