Se avecina un año crítico para la industria restaurantera, porque las nuevas políticas públicas sin un soporte, harán insostenible la operación de restaurantes pequeños, por lo que se refiere a las alzas en los costos operativos derivados de pagos de impuestos y otras variables, y a la baja de la productividad, informó el nuevo secretario general nacional de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), el potosino Juan Carlos Banda Calderón.
En entrevista, el líder nacional de los restauranteros dijo que tan solo las reformas laborales reconocen algunos derechos de los trabajadores, pero en otros casos están diseñados para tronar a las empresas pequeñas tales como los restaurantes chicos. Recordó que el 90 por ciento de los negocios de restaurante son pequeños, son familiares y están subsistiendo.
Aseguró que el caso de las cadenas grandes no se verá tan afectado de la misma forma, sobre todo por los incrementos de aguinaldos y la reducción de jornadas laborales, pero pegará muy fuerte en los negocios familiares.
Banda Calderón recordó que las reformas no fueron analizadas ni consultadas con las empresas, con los sindicatos, con los que saben los números de la operación de los restaurantes, o en su caso con industrias que también verán el reflejo de las políticas en sus cifras de ingresos.
El entrevistado indicó que la industria restaurantera está totalmente de acuerdo en la mejora para los trabajadores, pero indicó que “se necesita un acondicionamiento gradual, para evitar que el cambio brusco truene a las empresas, y sobre todo a los pequeños restaurantes”.