En 2019, los Servicios Estatales de Salud registraron irregularidades en los mismos fondos federales que le fueron observados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) e incluso aumentaron el monto de los recursos irregularmente manejados.
Al dar a conocer su segundo reporte final de la cuenta pública de 2019, la ASF detectó anomalías por 257.2 millones de pesos a dependencias del estado potosino, de los cuales, el 94%, es decir, 244.2 millones de pesos, corresponden al manejo de fondos relacionados con el Sector Salud.
Por segundo año consecutivo, los SES registran observaciones de la ASF en los mismos rubros: el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa), el Seguro Popular y el nuevo edificio del Hospital Central. En 2018, la ASF le observó a los SES 229.4 millones de pesos.
Es decir, en un año, la dependencia que dirige Mónica Rangel Martínez incrementó las anomalías en 14.8 millones de pesos, un alza de 6.4 por ciento.
En la cuenta pública de 2018, la ASF observó al Fassa anomalías por 145.8 millones de pesos. Fue el único rubro que descendió, pues en 2019 se consignaron irregularidades por 12 millones de pesos.
En contraste, las observaciones al manejo en los recursos federales transferidos mediante el acuerdo de colaboración signado por la Secretaría de Salud federal y el estado, mejor conocido como Seguro Popular, se elevaron de 68.8 millones de pesos en 2018 a 95 millones de pesos este año. El alza de 38 por ciento involucra a 26.2 millones de pesos.
El nuevo edificio del Hospital Central también reincidió en anomalías, aunque ahora además se incrementó su monto.
De los 14.8 millones de pesos que la ASF le observó en 2019, pasó a 26.1 millones de pesos. El monto irregular extra de 11.3 millones de pesos implicó un crecimiento de 76.3 millones de pesos de un año a otro.